¿Por qué son tan importantes las amistades en la infancia?

¿Por qué son tan importantes las amistades en la infancia?

El ser humano es un ser social por naturaleza, y ya desde la infancia comienzan a darse las primeras relaciones de amistad que, con el tiempo, van evolucionando hacia otras formas más especiales. Te contamos cómo cambia el significado de amistad entre los niños y por qué es tan importante que tengan amigos.

¿Por qué es tan importante la amistad en la infancia?

La amistad es esencial para el desarrollo emocional y social de los niños. Comienza en el mismo instante en que buscan ese primer amigo para jugar, pues con él sienten que se divierten y están felices.

Estas primeras interacciones se dan a partir de los dos años, aunque no será hasta los seis años cuando los niños incorporen el concepto de "mejor amigo", siendo plenamente conscientes de todo lo que el término implica.

Además de jugar, divertirse y ser felices al lado de los amigos, la amistad en la infancia aporta otros grandes beneficios para su desarrollo:

  • Comienzan a manejar valores complejos como la lealtad y la reciprocidad, y aprenden a confiar en otras personas y de una manera distinta a lo que hasta entonces conocían.

  • Respeto, tolerancia y empatía. Los niños aprenden a aceptar a sus amigos con sus diferencias, y a ser tolerantes y respetuosos. También sufren cuando sus amigos lo pasan mal, y se ayudan mutuamente para superar los malos momentos.

  • Resolución de conflictos: en un grupo de amigos pueden surgir problemas que deban resolverse entre todos sus miembros, buscando una solución conjunta y siendo conscientes de la importancia de la cooperación.

  • A la hora de solucionar un problema, los niños aprenden técnicas de negociación, así como a hacer valer su opinión ante los demás.

La amistad comienza a darse a partir de los dos años, aproximadamente. En ese momento, el niño elige a sus amigos para jugar basándose en experiencias positivas que haya tenido previamente con ellos. Es la etapa del juego en paralelo, es decir, cada uno jugará de manera independiente pero compartiendo espacio.

A medida que van creciendo, los niños seleccionan a sus amistades teniendo en cuenta otras características, como su personalidad o sus gustos. De este modo, es frecuente que tiendan a relacionarse con niños que comparten sus mismas aficiones, o tienen un carácter similar o complementario al de ellos.

Hasta que alcanzan un mayor grado de madurez, es frecuente que los niños cambien de amigos con facilidad, e incluso se enfaden con ese "gran amigo" del que a veces hablan. Es absolutamente normal que esto suceda, pues las primeras amistades se nutren de juegos, riñas y reconciliaciones, formando todo parte de un proceso de aprendizaje.

El concepto de "mejor amigo" tiende a aparecer en torno a los seis o siete años, cuando el niño ya ha alcanzado un grado de madurez suficiente. Este "mejor amigo" se convierte en pieza clave en su vida, y con él aprenderá cosas maravillosas como la importancia de la protección mutua, el apoyo incondicional e incluso a guardar secretos y a confiar.

Pero con estas relaciones intensas llegan también las primeras decepciones cuando el niño siente que el otro le ha fallado, el dolor ante una pelea o la profunda tristeza si la amistad se acaba debido a circunstancias externas, como una separación.

En la adolescencia, la amistad se vuelve imprescindible. Los adolescentes pasan largos periodos de tiempo junto a sus amigos, por lo que su opinión se vuelve extremadamente importante para ellos. En esta etapa, los jóvenes comienzan a forjar sus gustos y personalidad en base a sus amigos, de ahí la importancia de que estas amistades tengan una influencia positiva y sana para ellos.

Las amistades de la infancia nos marcan para siempre. Algunas perduran en la etapa adulta, siendo una amistad pura y verdadera. Otras acaban desapareciendo con el tiempo, pero siempre las recordaremos con un cariño especial.

Fuente: bebesymas.com

Regresar al blog