Desde los seis meses, cuando se comienza a incorporar la ingesta de sólidos, es necesario establecer rutinas y hábitos alimenticios que ayuden a nuestros niños a alimentarse correctamente.
Te compartimos algunos tips para hacer de este momento del día un hábito para los más chiquitos:
- Es importante fijar horas para las diferentes comidas.
- Utilizar su sillita y que siempre esté en el mismo lugar.
- Ofrecer una alimentación variada y de manera divertida, como por ejemplo caritas en el plato o formitas en los alimentos.
- No utilizar la comida como premio o castigo.
- A veces, la falta de rutina hace que los niños experimenten rabietas a la hora de comer por eso es importante mantener su rutina de hábitos.